Jakki Ballan, una mujer inglesa de 42 años, toma nada menos que 50 latas de Coca Cola Light al día, o lo que es lo mismo, unas tres latas por hora.
Esta adicción le hace gastarse alrededor de 800 dólares al mes, pero según asegura Ballan, «estar abastecida de Coca Cola Light es igual de importante para mí como pagar el recibo de la luz».
Pero esta adicción, no solo le ha hecho pagar un alto precio económico, sino que también le ha empezado a pasar factura a su salud. La alta cantidad de Coca Cola que consume le hace tener dolores de cabeza constantes, además suele sentirse siempre muy cansada ya que la cafeína apenas le deja dormir. Lo peor es que en ocasiones ha llegado a tener alucinaciones.
«Veo cosas muy extrañas como naranjas volando por la habitación. Entonces me tengo que sentar para calmarme», cuenta Jakki Ballan.
Ahora, consciente de su adicción, está buscando cualquier tratamiento médico que le ayude a superarla.