Sus fans las apoyan de una manera tan visceral que hasta uno de ellos se ha cosido sus labios en señal de protesta.
Nadia, Katia y Masha, que así se llaman las componentes del grupo, están en la cárcel desde el pasado mes de febrero, cuando irrumpieron en la catedral ortodoxa de San Petersburgo y cantaron en ropa interior ante la atónita mirada de los fieles… y de las miles de personas que lo vieron en You Tube.
Fueron acusadas de vandalismo por odio a una religión y encarceladas.
La justicia rusa decidió mantenerlas en prisión al menos hasta el próximo mes de enero y podrían ser condenadas a varios años de cárcel.