Los rabinos ultra ortodoxos de Nueva York podrán succionar el pene de los bebés tras practicarles la circuncisión, un ritual tradicional denominado metzitzah b’peh,que realizan a los ocho días de que un varón nazca. Era una batalla legal que venían librando desde hacía mucho tiempo en los tribunales estadounidenses y que al final ha dado la razón a esta comunidad, al considerar que forma parte de la praxis religiosa hebrea sin ningún daño moral ni sexual para los niños.
La ceremonia de circuncisión del pene de la comunidad ultra ortodoxa es un tema controvertido en Nueva York, no sólo por considerarla antihigiénica sino por rozar la pederastia. Las quejas y denuncias se repiten por las consecuencias mortales que este ritual podría tener para los recién nacidos, ya que a través de la saliva de los rabinos se les puede contagiar el virus HSV-1, conocido como herpes simple.
A pesar de no tener síntomas, la mayoría de los adultos están infectados con este virus, y al tener contacto con la sangre del bebé pueden transmitirlo.
DOS BEBÉS MUERTOS EN LOS ÚLTIMOS MESES
El ritual, metzitzah b’peh, consiste en que el mohel (rabino) absorbe una pequeña cantidad de sangre de la herida del pene del bebé, que escupe, para posteriormente aplicarle un ungüento antibacteriano y vendarla.
A principios de año, funcionarios del Departamento de Salud de Nueva York reportaron que once bebés de los 20.493 que habían sido sometidos en los primeros meses al procedimiento habían contraído infecciones de herpes entre los años 2000 y 2011, y dos habían muerto.