La fiesta, que celebra su vigésimo séptima edición, durará un mes, aunque algunas de las gigantescas estatuas de hielo y nieve ya llevan varias semanas en pie y en realidad durarán lo que aguante el invierno, en una ciudad donde a veces se alcanzan los 40 grados bajo cero.
Este año una de las principales atracciones será un tobogán helado de 230 metros que podría batir el récord Guinness, y una recreación en nieve de la ciudad de Venecia y otros famosos lugares de Italia, incluida una estatua del David de Miguel Ángel.
Como en años anteriores, la ciudad de Harbin, que fue colonia rusa a principios del siglo XX, se asocia con Disney para construir en hielo algunos de los castillos de cuento de hadas que se pueden admirar en los parques de atracciones de la conocida multinacional.
También habrá castillos japoneses, pagodas chinas y palacios en hielo, que por la noche serán iluminados en vivos colores, en una de las fiestas más famosas del invierno chino, que atrae cada año a centenares de miles de visitantes.
La ciudad, capital de la provincia de Heilongjiang y fronteriza con Rusia, utiliza sus frías temperaturas como principal atractivo turístico, y en varias ocasiones ha solicitado, todavía sin éxito, ser sede de unos Juegos Olímpicos invernales.