La semana pasada, 24 de las últimas piezas de Kieron se vendieron por un total de 250.000 libras (US$388.000).
La exposición reunirá más de 100 obras y el primer libro sobre la carrera del pequeño artista.
Pero, ¿Kieron piensa en el dinero?
«No», exclama el artista de forma un poco abrupta para ser un niño tímido y luego agrega: «pero me gusta un poco».
Los padres de Kieron descubrieron su talento en unas vacaciones familiares en Cornualles cuando tenía cinco años y desde entonces su capacidad artística no ha mostrado signos de desaceleración.
«Mi estilo ha cambiado»
El pequeño encabezó los titulares de la prensa británica en 2010 cuando hizo su primera venta importante de arte por la inesperada suma de 150.000 libras (US$233.000) en media hora.
Desde aquella venta ha tenido cientos de peticiones de personas alrededor del mundo para pintar para ellos, incluyendo celebridades y miembros de la familia real.
«No estoy pintando mucho pero creo que ahora mis pinturas tienen más calidad», comenta Kieron sentado en su estudio de su nuevo hogar en Ludham, en Norfolk Broads.
«Mi estilo ha cambiado y ahora tengo todos los medios», subraya.
Sus impresionantes paisajes de hace dos años, ahora tienen una enorme cantidad de detalles.
Sus óleos, acuarelas y pasteles muestran una madurez real.
Durante la entrevista, Kieron se puso de pie para mostrarme su última pieza en el caballete, la que él define como lo mejor que ha hecho hasta el momento.
«La mejor escena que he pintado es Wells (norte de Norfolk) en la niebla. Se ve un barco pesquero y otros barcos más pequeños capturados por la luz. No se puede ver el horizonte porque es muy brumoso», explica el artista.
Kieron comenta que definitivamente no venderá este cuadro después de lamentar la pérdida «una o dos pinturas» que fueron a parar a diferentes hogares en los últimos años.
En el pequeño estudio también hay otras piezas donde experimenta otros temas y se desvía de sus paisajes tradicionales.
«Estoy haciendo más caballos y más gente», explica.
Mundialmente famoso
«Hice esta pintura de un hombre recogiendo algas», dice mientras enseña un lienzo. «Mamá tomó una foto de él que me inspiraba mucho, así que lo pinté», agrega.
«En las mañanas normalmente miro las fotos en la computadora y luego me voy para la escuela. Cuando regreso a casa trato de buscar nuevamente la imagen que me llamó la atención y me pongo a pintarla», explica Kieron.
«En la escuela suelo pensar sobre la imagen que tengo en la cabeza. Pienso en cómo sacar todos los detalles negativos. Si en la foto hay más bits malos que buenos entonces busco otra foto», detalla el joven artista.
Con su explicación de niño todo parece simple, pero la madre de Kieron, Michelle, me comenta que su talento natural tomó a todos por sorpresa.
«Si me hubieran preguntado hace cinco años dónde estaríamos ahora y qué estaríamos haciendo, no me lo hubiese creído», comenta la mujer.
«Cuando era más pequeño me dijo que iba a ser mundialmente famoso. Es algo muy extraño porque, para ser honesta, no lo esperaba. Kieron tiene un montón de características de su padre que le servirán. Tiene agallas y determinación. Lo veo cuando practica algún deporte, Kieron da el 200%», explica.
«El contable de Kieron nos dice que él todavía no es millonario pero que va a suceder en cualquier momento. Es sólo cuestión de tiempo. Es un chico muy afortunado», agrega su madre.
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