La alcaldía de Rio de Janeiro prohibió en escuelas municipales las denominadas “pulseras del sexo”, polémicos accesorios que causan furor entre los jóvenes y que, en función de su color, implican prendas que van desde un abrazo hasta una relación sexual.
Estos inocentes aros de plástico que muchos niños y adolescentes llevan en sus brazos se convirtió en el centro de la polémica en Brasil luego de que ‘autoridades de Londrina y Manaos los vincularon con algunos delitos contra menores’.
Estas pulseras de colores se usan en un juego que ‘consiste en romper la pulsera de algún chico o chica y realizar lo que ese color indique’.
De ese modo ‘quien rompe una pulsera amarilla tiene derecho a un abrazo; la naranja, a un beso en la boca; la roja, a una danza erótica; la rosa, a la exhibición de una parte íntima del cuerpo, y la negra, a una relación sexual’.
“La prohibición del uso de está prenda entra en vigor desde este jueves y abarca a todas las escuelas municipales de la ciudad”, confirmaron a la AFP voceros de la Secretaría de Educación de la alcaldía.
Esta incluye además el “uso de accesorios que expresen insinuaciones sexuales” , gorras o aparatos electrónicos y celulares, que los profesores podrán confiscar por hasta dos días en caso de que sean utilizados en aulas.
“Estas son solo unas normas dentro del amplio reglamento de enseñanza fundamental para educación muncipal, va mucho más allá de esa prohibición”, señaló la fuente.
Las normas del Reglamento Escolar sientan bases de comportamiento en escuelas cariocas, e incluyen entre otras, castigos como reparación de daños patrimoniales cometidos por alumnos.
La decisión ocurre cuando autoridades de diversos estados del país han expresado preocupación por incidentes ligados al uso de las pulseras ; el más sonado fue la reciente violación de una adolescente de 13 años en la ciudad de Londrina (estado de Paraná, sur).
Este mes la justicia de Londrina prohibió el uso y venta a menores de 18 años de las pulseras. Una decisión similar había sido adoptada por la justicia de Navegantes (Santa Catarina, sur) y de Sao Paulo, mientras que otros estados también lo estudian.
La moda surgió en Gran Bretaña hace algunos años y llegó a Brasil a fines de 2009 . El juego es que, al arrancar la pulsera al usuario, se obtiene un favor o prenda en función del color. Por ejemplo, una roja concede un beso en la boca y la violeta una relación sexual.
El precio de cada pulsera ronda los dos reales (más de un dólar).